Durante sus sesiones, el coach siempre debe estar totalmente consciente, es decir, presente. De esta forma, se creará una relación espontánea con el cliente o coachee, empleando un estilo abierto, flexible y que potencia la confianza mutua (lo que en coaching se denomina «rapport»)

El coach profesional necesita los siguientes elementos para lograr estar totalmente presente:

  • Estar completamente presente y flexible durante el proceso de coaching. Las distracciones emocionales, las preocupaciones, las limitaciones, etc. deben conscientemente «ser pospuestas» hasta después de la sesión de coaching.
  • Utilizar y confiar en la intuición (conocimiento interior). A menudo ignoramos nuestra intuición porque la información que nos llega a través de ella, no nos conviene. Nuestra «intuición» es una herramienta muy potente y se basa en las respuestas no verbales del coachee.
  • Estar abierto a no saberlo todo y a correr riesgos: el coach es humano, y por lo tanto, a veces también puede fallar. Ni más ni menos que como cualquier otros profesionales de áreas diferentes. El éxito del coaching radica no en ser super humanos y tener la solución a todos los problemas del cliente, si no en descubrir el interior de los clientes y avanzar desde allí.
  • Ser creativo teniendo siempre el fin del cliente en mente y con el objetivo de elegir la solución más eficaz. El coach a menudo tiene que resolver problemas y cuestiones sobre la marcha.
  • Utilizar el sentido del humor de forma eficaz para crear confianza y energía, y obviamente, saber cuál es el momento adecuado para hacerlo.
  • Cambiar con confianza las perspectivas y experimentar con nuevas posibilidades para que el cliente cree acciones eficaces que le lleven a sus objetivos. Los coaches exitosos confían plenamente en el cliente desde el principio y no se identifican con sus propias perspectivas.
  • Demostrar confianza y seguridad a la hora de trabajar con emociones fuertes tanto propias como de los clientes. Al hacer coaching, debemos ser también muy conscientes de nuestro propio estado emocional.

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