TESTIMONIOS

“Me alegro todos los días de haber tomado la decisión de inscribirme online. El curso tiene un enfoque moderno, dinámico, bien organizado y muy completo. Con tiempo teórico, de estudio y práctico. Las profesoras son totalmente accesibles. El contenido nos aporta herramientas y conocimientos para que en el futuro nos podamos dedicar a esta profesión tan maravillosa y nos ayuda a crecer emocionalmente y mejorar nuestro bienestar y el de los nuestros”

Yolanda Calles, Alumna Promoción 2017

“Me han gustado los estudios detallados de casos reales de Coaching, dinámicas de grupo y ejercicios reflexivos para hacer en casa. La directora, Irina de la Flor, aparte de su inteligencia y motivación, tiene un enorme conocimiento del área”

Elisa Mayo, Alumna Promoción 2017

“Lo que más me ha gustado del curso ha sido la experiencia real de hacer Coaching a desconocidos, a los que siento que he aportado mucho. He comprobado que mediante esta técnica las personas no solo consiguen sus objetivos sino que además salen muy fortalecidas del proceso, animadas para seguir adelante con su plan para ser quien quieren ser”

Carmen Serrano, Alumna Promoción 2017

“Todos los días me alegro de haber tomado la decisión de haber hecho el Curso de Coaching Profesional Ejecutivo y Personal. Gracias a un enfoque moderno, dinámico y bien organizado, el curso ha sido maravilloso y muy completo, con tiempo teórico, de estudio y práctico. Las profesoras y en general la Fundación, son totalmente accesibles. El contenido del curso no sólo nos aporta las herramientas y conocimientos para que en el futuro nos podamos dedicar a esta profesión tan maravillosa que es el Coaching, sino que nos ayuda como personas a crecer emocionalmente, y en consecuencia mejorar nuestro bienestar y el de los nuestros. ¡Gracias!”

“El curso de Curso de Coaching Profesional Ejecutivo y Personal es un curso excelente. Me han encantado las ponencias, las prácticas en clase, las prácticas externas, el temario y las tutorías personalizadas. Además, si faltaba a una clase la podía verla en el aula virtual sin problema. Muy buen material y muy amplio. Gracias, profesores y compañeros. Un experiencia inolvidable.”

“El Curso de Inteligencia Consciente me ha parecido extraordinario desde todos los puntos de vista, a nivel didáctico es de sencilla comprensión, los apuntes de apoyo ayudan mucho a reforzar el conocimiento, la duración perfecta para poder mantener la atención en todo momento. Estoy aprendiendo a conocerme para poder aprender a conocer a los demás, y cómo aprender a conocer a los demás. Se lo recomendaría a todo el mundo, porque es un proyecto dónde hay mucha inteligencia, mucho trabajo y mucha carga de amor que merece ser agradecido, valorado y respectado. Muchas gracias”

“Muchas gracias por tu toda tu ayuda con tus Sesiones de Coaching. Nuestra hija ya no tienen problemas de ansiedad, gracias al trabajo que has hecho con ella en estos 3 meses, ha dejado de estar nerviosa a la hora de entrar en el instituto, se han acabado las nauseas, el dolor de cabeza y los dolores de tripa…. En los cambios de clase ya no se tapa los oídos, ni le agobia el ruido de la gente. Ahora parece una nueva niña, sale con sus amigos como una más, puede comer y dormir fuera de casa. Ya no se agobia, está tranquila, duerme bien. Gracias Irina haces una magnífica labor y sin tú ayuda no hubiera sido posible.”

“Gracias Irina por tus Sesiones de Coaching, el viaje ha sido increíble, nunca pensé que podría volver a sentirme bien”.

“Magníficas Sesiones de Coaching. Por fin he encontrado el sentido de mi vida. GRACIAS”

“Excelente Curso de Meditación. Estoy encantada. He estudiado un año y se me ha hecho corto. La exposición de las clases son muy didácticas a pesar de que hay conceptos complejos. El realizar los ejercicios que hacemos en clase en casa ha tenido un efecto muy positivo en mi vida, en mi mente, en mis relaciones personales y sobre todo en sentirme en paz.”

“Excelente Curso de Meditación. Desde un estado de consciencia plena, he aprendido lo importante que es tomar perspectiva para hacer lo que quieras.”

“Muy buen Curso de Meditación. Estoy muy contenta con el curso porque además de haber aprendido cosas muy interesantes, he recordado cosas sencillas que es importante volver a oír y así empezar a ponerlas en práctica. Muchas gracias.”

TESTIMONIOS

¿Qué habéis aprendido de vosotros mismos con el Máster de Coaching Consciente?

Me llevo tantos aprendizajes, muchos. He podido descubrir miedos en mí basados en creencias que ni siquiera era consciente. Verlos me ha permitido reconocerlos en mí, en mí familia y en mi entorno, y poder relativizarlos para transcenderlos. He podido ver en mí el famoso “parálisis por análisis” en el que entrada en una bola de pensamientos que me alejaba de la realidad y no pudiéndome ocupar, bloqueándome, llegando a sentir un miedo paralizador. El coaching con sus herramientas, sesiones grupales y acompañamiento me hizo recordar los recursos que hay en mí para salir de esa bola y hacerme cargo de mí, de mi vida y de mis sueños. 

He aprendido que hay muchas formas de llegar al núcleo del ser humano y que el Coaching con sus herramientas, es muy eficaz para ayudar al proceso de crecimiento. Le ayuda a conocerse y hacer un trabajo de desarrollo personal con su verdadero y profundo ser. También he aprendido que por muchos objetivos que nos marquemos, el primordial es tener salud y felicidad. Añadido a eso, el Coaching consciente nos ayuda a reconocernos a nosotros mismos, ver cómo funciona nuestra mente y nuestro inconsciente, reconocer con que creencias, miedos, pensamientos o emociones y nos enseña a ver cómo funcionamos para poder conseguir así nuestros objetivos, metas o necesidades. Por último, he comprendido que, solo reconectando con el amor, hacia nosotros mismos y hacia los demás, podemos perdonar y sanar nuestras heridas y así ganar autenticidad, libertad y felicidad personal.

He aprendido a reconocer lo qué son las “Creencias limitantes” (ideas y mecanismos de la mente que residen en nuestro inconsciente), el poder e influencia que tienen sobre nosotros mismos, sobre nuestros pensamientos y  la importancia del poder identificarlas y neutralizarlas, para finalmente poder cambiarlas. He comprendido que con ellas mantenemos muchos de los patrones y hábitos en nosotros, aprendidos y heredados de nuestros padres, que aunque ya no son sanos para nosotros adultos y nos sigan generando dolor y sufrimiento, son parte de nuestro carácter, pero que con ello estamos, inconscientemente, honrando a nuestros padres, solo que de una forma equivocada. Esto equivale  a mantener viva una mentira. He comprendido que honrar a mis padres repitiendo sus mismos errores creyéndome sus mismas mentiras es negativo para mí, y que esto no es honrarme a mí mismo. He entendido que debo comenzar a aprender a manifestar amor incondicional para “honrarlos” de verdad. En definitiva, he comprendido que para honrar a mis padres debo honrarme a mí: respetándome, cuidándome, acompañándome y fluyendo con la vida desde mi verdadero y profundo ser, sin las mentiras del EGO, amándome a mí mismo y a los demás.

He aprendido a amarme, valorarme, respetarme y cuidarme más a mí mismo y mis necesidades y a tenerme más en cuenta ante los demás, sin confundir mis circunstancias con mi valía, tanto en mi vida privada, como en mi vida laboral… Y aunque de momento no puedo cambiar ciertas circunstancias, sí voy ya planificando para mediados del próximo mes nuevas acciones, sin sufrir ni auto-reprocharme por no poder cambiar las cosas que quiero cambiar en mi vida. También me siento agradecido a la vida y las posibilidades que me brinda. En el Máster también he recordado la necesidad e importancia de retomar el ejercicio de la meditación, para mantenerme al máximo tiempo posible en la CONCIENCIA PLENA, estado que conozco desde la meditación y también como terapeuta Gestalt. Algo tan importante también en nuestra vida cotidiana y que también requiere su continuo entrenamiento.

He podido ver la importancia de animar siempre al Coachee o cliente en su dificultad, para fortalecerlo en su auto-visión y autoapoyo en su camino, y siempre desde el amor, que es lo que realmente necesitamos para cambiar. He comprendido que SOLO EL AMOR ES LO QUE REALMENTE NOS PERMITE CAMBIAR.

Este Máster de Coaching Consciente ha resultado una experiencia realmente impactante para mí, transformando mi forma de pensar, mis acciones, mis creencias… todo un proceso de transformación que ha llegado en un momento crucial de crisis existencial y laboral. Sinceramente no esperaba tanto bien, tanto beneficio personal de una formación… y es que no creo que esto sea una formación en coaching, es un aprendizaje de vida… y te ayuda desde el minuto uno… por ello, quiero empezar esta memoria dando las gracias a todo el equipo de Lo Mejor de Mi, Irina y a Adolfo por hacer posible esta experiencia.

Aprendí a la largo del curso que soy una mujer fuerte, decidida, con grandes recursos, con un corazón noble que me gusta acompañar a los demás en su camino al descubrimiento de su propia valía.

Me ha resultado interesante descubrir que el nivel de perfeccionismo y de autoexigencia tiene mucho que ver con una baja autoestima. O por lo menos con una autoestima que no está bien equilibrada. He llegado a la conclusión que existen tres tipos de autoestima genéricos y lo voy a estudiar a fondo y aplicar en mi trayectoria profesional. He recordado y reforzado que no puedo dejar de meditar ni un día, que la conciencia necesita de la consciencia para descodificar el lenguaje del Universo. Me ha quedado claro que el Coaching es la herramienta y el lenguaje clave que necesitaba para utilizarlos como paraguas de mi recorrido en el mundo del crecimiento personal que siempre me acompañará. He aprendido que la efectividad del Coaching consciente supera por mucho al Coaching tradicional. El camino es mucho más rápido y certero. Y trato de aplicarlo conmigo misma aunque no hay nada como una mirada externa para ello. Tengo la capacidad de ver muy bien los bosques ajenos, y eso me da mucha tranquilidad de cara a los procesos. El bosque propio, es otro cantar. Necesitas un piloto que te suba encima del bosque para verlo en condiciones. Me manera periódica seguiré mis procesos de Coaching, mentoring, etc. Me lo debo a mi y a mis clientes. El curso me ha vuelto a recordar que soy única y extraordinaria, como todos y cada uno de los seres humanos y que soy capaz de todo lo que me proponga. Qué cuando vas por el buen camino, aparecen los ángeles en el camino. He aprendido a verme reflejada en la mirada de los que me aman y detectar lo que yo misma tengo que pensar de mí, cuando en ocasiones se me olvida.

Lo más importante que he aprendido es que los miedos se pueden superar. También he aprendido que soy capaz de realizar escucha activa desde el no juicio y el amor incondicional.

He mejorado mucho en cuestión de comunicación con los demás, al establecer límites sanos, me di cuenta de que daba demasiado para complacer a los demás y que ponía mis necesidades al final de la cola, ahora me doy prioridad y trabajo para valorarme más. b. Ahora intento ser más consciente, escuchar más activamente y me corrijo antes de cortar la palabra a alguien para empujar mis opiniones. c. He aprendido a reservar tiempo para establecer lo que quiero realmente en mi vida, construir metas hacia ello para hacerlo realidad y reevaluarlo regularmente. Me siento mucho mejor conmigo misma diseñando la vida que yo quiero. d. Soy mucho más consciente de esa vocecita criticona del ego y la estoy educando para que se convierta en mi mejor amiga, cambiando el vocabulario negativo hacia uno más constructivo y positivo. e. Con las herramientas aprendidas he podido tomar las distancias necesarias y mantener la calma en una situación de alta tensión emocional y agresividad externa buscando “pelea”, al entender el dolor del otro y de dónde venía pude preservar la actitud de calma y paz necesarias para calmar la situación.

Durante este periodo de formación he aprendido que tengo el poder de elegir lo que quiero ser, lo que quiero hacer y cómo quiero hacerlo. Profundizar en la observación de mi mente me ha ayudado a interiorizar y poner en un plano, con más facilidad que antes, las cosas buenas que tengo y las que debo mejorar. Ahora soy capaz de responderme preguntas simplemente escuchándome a mí misma, no temo equivocarme, sé que quererse a uno mismo es ser capaz de amar a los demás, que escuchar más de lo que hablo es una cualidad que se entrena, requiere esfuerzo y energía. Cuando lo hacía por intuición me llevaba a abandonar mi dialogo interior para centrarme en el mensaje que me estaban transmitiendo las personas que me rodeaban, pero no siempre conseguía no juzgar; aconsejaba y dirigía, también aprendía del otro, aunque ha sido este año cuando me he sorprendido siendo capaz de no dirigir y sí de acompañar, de estar muy presente y atenta. Si tuviera que definir este proceso de aprendizaje y crecimiento personal en una palabra sería: CONFIANZA. Construir una buena confianza en mí misma es a lo que me ha llevado esta formación. Estoy a punto de terminar y tengo muy claro que acabo de empezar.

¿Ha sido o no una oportunidad de crecimiento personal?

Ha sido una experiencia total de crecimiento en un momento histórico en el que al igual que la mayoría del planeta me vi atravesando un momento complicado debido a la pandemia que aún estamos viviendo. He podido verme perdida en mis pensamientos, ideas, miedos, límites de los que debía salir ampliando mi visión poniendo lucidez, foco, estructura y acción. Y esto lo pude hacer gracias a este bendito Máster que estaba cursando. En cada encuentro, en cada compartir, recibía más claridad, fuerza y motivación. Pude hacerme auto-coaching en este momento de mi vida tan crucial, utilizando las herramientas que después usaría en mis prácticas y que usaré con mis clientes. Probándolas y obteniendo resultados gracias al acompañamiento también recibido tanto de nuestra gran Maestra Irina como de los compañeros. Me encontré ante una situación económica difícil en la que estaba arrancando con un proyecto personal que se vio suspendido al entrar en confinamiento. Necesitaba ingresar dinero pero mi proyecto debía transformarse a modo online, lo que requería diseño, imagen, crear una web, conocer redes sociales. Yo no tenía conocimientos de todo eso, requería invertir tiempo y yo tenía que pagar mi alquiler y mi comida.

He aprendido muchísimas cosas sobre mí. Inicié el Máster siendo una persona destruida, hundida en lo personal y lo profesional, sin rumbo, sin respuestas, pero tampoco tenía las preguntas… alguien totalmente perdido… Poco a poco, fui adentrándome dentro, identificando y desmontando miedos, creencias, aceptando realidades que no puedo controlar, descubriendo personas maravillosas de las cuales aprender… y poco a poco fui conociendo a un nuevo Javier… o al mismo Javier, pero con otra visión… Ahora sigo conociéndome, sigo trabajando mis barreras, sigo creciendo, con mis bajones, pero sigo creciendo. Una última cosa que he descubierto de mí es mi objetivo vital… aunque estoy seguro de que me ha marcado en mi vida hasta ahora, nunca lo había verbalizado de esta manera… me apasiona ayudar y acompañar a personas, equipos y organizaciones a transformar su 3 mundo y cumplir sus sueños… y creo que es un propósito fantástico en el que el Coaching está perfectamente integrado.

Sin duda ha supuesto un antes y un después. Soy una persona totalmente diferente a la que comenzó el Máster, con nuevas herramientas, habilidades y conocimientos para poder dar lo mejor de mí mismo para ayudar a los demás. Aunque sé que me queda mucho camino, lo realizado en estos meses ha sentado base en mí y lo llevaré dentro para siempre.

Sí, completamente, sin duda alguna ha sido una gran experiencia, un proceso de crecimiento personal profundo, de reconexión y enriquecimiento personal. Desde el inicio hasta el final, incluyendo todo el material teórico-didáctico que hemos recibido, los videos temáticos de las clases, las enriquecedoras clases online en directo con Irina de La Flor, los compañeros con los casos que exponían, la supervisión de Irina, sus enfoques y devoluciones, observaciones y respuestas a nuestras dificultades, dudas y preguntas, elevando el trabajo siempre hacia algo más allá de nosotros, que sin nombrarlo específicamente, me ha movido, despertado y ampliado de nuevo todo el tema transpersonal y la espiritualidad, manteniendo la base de nuestra realidad. Ahora estoy de nuevo más despierto y con ganas de poder empezar de nuevo a hacer algo más continuo al respecto.

He salido muy fortalecido, en mi autoestima y mi autovaloración, pero también ante los demás, con más energía y más herramientas para mi trabajo como terapeuta y de apoyo hacia los demás. También ha sido muy enriquecedor poder ver trabajar a Irina como Coach en directo con nosotros, siempre apoyando, enseñando y acompañando desde el amor y el no juicio, siempre presente en todo momento, algo que nos mantuvo vivos, abiertos y presentes en clase y que hacía que estas fuesen muy agradables. Esto hizo que el tiempo pasase muy rápido GRACIAS !!!

En mi caso, el mayor paso de transcendencia y clarificación, ha sido el tema de la transmisión y herencia del encadenado del dolor familiar de una generación a otra y de padres a hijos, de ver cómo y para qué lo mantenemos o incluso perpetuamos…, y ver como desde el Coaching Consciente, se le puede dar una salida. Me siento muy animado en esta dirección.

Por supuesto que ha sido una gran oportunidad de crecimiento personal, he visto mis miedos, conversé con ellos, los afronte, me descubrí a mí misma, me perdone, me entendí, y sobre todo comprendí el significado de “hice lo que pude en cada momento de mi vida”. Comprendí lo que es escucharme y reconstruirme con los ojos de mi propia alma. El Máster ha influido de tal manera en mi vida, que es maravilloso ver ahora los resultados en varios aspectos de la misma. Mis pensamientos son menos negativos hacia mí misma, lo cual aporta una seguridad en mi trabajo y relajación en mi casa. Observo mis sentimientos, que dicen, cual es la necesidad por cubrir, y desde ahí hablo. Ahora soy más compasiva, soy más coherente con mi propio cuidado y eso me lleva a cuidar, entender a los demás, me respeto y eso se nota, las personas lo ven y me hablan con amabilidad. En cuanto a la comunicación utilizo el sistema de comunicación no violenta, con la práctica voy mejorando, eso permite que no haya tantos conflictos. Lo que más veo y siento es que al respetarme, cuidarme y escucharme, mi entorno cambio y mi visión de la vida se amplió.

Absolutamente. Llevo años haciendo de manera continua cursos, retiros, aplicando herramientas, dinámicas, etc. de crecimiento personal. Pero siempre, siempre hay aspectos que pueden mejorar, temas que ampliar, resonancias entre compañeros. La vida son causalidades y el Universo nos envía todas las posibilidades para que las aprovechemos. De todo mi camino en el crecimiento personal, creo que esta es la mayor oportunidad de cara al mundo laboral como Coach, etc.

Sí ha influido en la forma de relacionarme con las personas, e incluso en la forma de relacionarme con los animales. Soy una persona más calmada, pienso bien lo que digo, he aprendido a “ver entre líneas” lo que las personas tratan de decirme, no sólo lo que me dicen. Brindo mi ayuda a mi círculo más cercano de amigos y familiares.

El coaching que enseña Irina lo siento como una herramienta de autoconocimiento y una puerta de entrada a conocer lo que somos en los dos planos del ser (el psicológico y el profundo), tanto para el coachee como para el coach. Poner en práctica herramientas como la escucha, establecer rapport, el no juicio, la no identificación, colocarte en el no saber para “atender” a otro lo vivo como una experiencia meditativa, atencional o como cualquier actividad artística… en la que uno se olvida de sí para conectar con el otro. En el que uno hace desaparecer su “yo” y se conecta con lo que es para de ese modo conectar con el todo, con la comprensión, la sabiduría, el amor. En el Máster he aprendido a no hacer crítica, sí opinar. A no reaccionar, sí responder. A no enjuiciar, sí discernir. A no apegarte, sí amar.

Ha sido una gran oportunidad de crecimiento personal. A ello ha contribuido la parte teórica, pero, sobre todo, las clases y las sesiones con clientes. De cada uno mis compañeros y de los clientes he aprendido algo que me ha ayudado y me seguirá ayudando en el futuro.

¿Ha influido en vuestras vidas y en las de quien os rodea?

El máster ha provocado un cambio en mí lo cual ha tenido una influencia muy positiva en la relación de mi pareja. Por lo que he comprendido en el Máster y en parte por cansancio, he comprendido que no debo luchar por nada, sino que debo ir fluyendo y aceptando más lo que hay, enfocarme más en lo que toque hacer, haciendo también mi tarea en el hogar y donde no llego, no llego. He comprendido que al dejar mi lucha, tengo de alguna forma más tiempo y esto me ha ayudado a resolver el tema financiero, con lo que tengo menos conflicto y más armonía familiar. También he podido ver que lo que me pasa, no pasa en contra de mí y aunque en un primer impulso sufro las consecuencias, ahora puedo afrontarlas mejor desde un lugar muy diferente, con más comprensión y tolerancia, cuando surgen conflictos económicos o de desvalorización y desconfianza ante mi persona y ante el tema de la pareja.

A través del coaching diseñé mi plan de acción, yo quería emprender, tener mi página web y trabajar como terapeuta, ese era mi objetivo, pero el primer paso pasaba por hacerme responsable de mí misma en las circunstancias que me estaban tocando vivir. Y si me tenía que poner a trabajar en un supermercado para pagar mis necesidades básicas, eso me permitiría pasar al siguiente paso que sería dedicar tiempo a mi página web. Y así lo hice. Empecé a trabajar en un supermercado (sólo estaban abiertos espacios de alimentación, hospitales y tanatorios). Me abrí a un trabajo que nunca antes había realizado y profundamente agradecida porque me permitía avanzar hacía mi objetivo. Mi familia quería ayudarme, darme dinero, acogerme en su casa y también lo agradecí, pero fue mucho más gratificante demostrarme a mí misma que podía contar conmigo en este momento tan importante.

Totalmente, ahora soy más consciente de actitudes, miedos y creencias. Siempre he sido alguien positivo, con pasión y entusiasmo, pero por mi bajada a los infiernos he tenido que emplearme a fondo para utilizar todas esas herramientas para hacerme más fuerte e iniciar mi camino de descubrimiento. He sido consciente de que soy capaz de hacer cosas inimaginables para mí hace unos meses, de que escucho de forma mucho más consciente, que he elevado mi nivel de consciencia y trabajo día a día con mi “chapoteador”, mi niño travieso que siempre está pensando en cosas absurdas, miedos, opiniones agresivas o malignas tratando de saltar en el charco de mi mente y ponerlo todo lleno de barro… he aprendido a gestionar estos pensamientos (eso es muy difícil, eso no lo vas a conseguir, esta persona es “…” porque te ha hecho esto o lo otro), a no juzgar, a darle las gracias y a indicarle al verdadero Javier que somos mucho más que ese niño chapoteando… Y obviamente influye en la gente que me rodea, soy más paciente, empático, amable, escucho con más atención… pero además mi familia me recompensa con su apoyo, su comprensión y su amor…

A nivel personar he aprendido a valorarme más, a ser menos exigente conmigo misma y tener más confianza en mis capacidades. En la relación con los demás he aprendido a practicar en mi día a día la escucha activa y el escuchar sin juicio.

¿Cómo os habéis sentido haciendo Coaching?

Al principio algo inseguro, también con el medio on-line, pero a nivel que iba empezando con las primeras sesiones e iba integrando y conociendo mejor los primeros pasos, muy seguro. Sobre todo, una vez establecido el vínculo con el Coachee, después de haber hecho la primera entrevista cuando ya conocía más a la persona y habiendo establecido ya el primer objetivo. Esa seguridad, también con el medio online, fue creciendo con cada proceso y con cada sesión. Cada vez me he ido sintiendo más cómodo con el Coaching y hoy me siento muchísimo más seguro y cómodo con el tema on-line, y aprecio también sus ventajas.

Por un lado genial, con los recursos y habilidades para llevar a cabo las sesiones de forma estructurada y entregada a la escucha activa que permita al coachee encontrar sus propias respuestas y comprensiones. Y por otro lado, me he visto de frente con un miedo que superar. El miedo a confundir firmeza con rigidez como alguna vez en el pasado creo que me ocurrió. También mi dureza al juzgarme a mí misma. Las prácticas me han permitido poner atención y ser amable conmigo y con el otro.

Al principio me daba miedo no saber escuchar bien a las personas, o no saber realizar preguntas poderosas o interrumpir demasiadas veces. A medidas que vas realizando las prácticas, vas tomando conciencia de lo aprendido y lo vas aplicando de manera fluida hasta que lo integras y es ahí, cuando es maravilloso colaborar, acompañar, al cliente en su camino. La experiencia como Coach para mí es gratificante, mientras ayudas, te ayudas, salen miles de opciones, el momento eureka es tan digno y noble, ver como se refleja en su rostro y cuerpo esa sensación de que sabe que va por buen camino, es maravilloso. Cada paso que ellos dan hacia adelante en su camino, ver cómo han mejorado su vida, sentir que sienten más seguridad, más confianza, escuchar en su voz la felicidad, es realmente maravillo, cada paso que dan a una mejor manera de vivir, es un gran paso …

Me he sentido muy cómoda, profundamente agradecida en todo momento. Las sesiones me suponen un chute energético y humano que no es fácil de describir. Olvido todo mi mundo, me centro en la persona. Me siento una privilegiada.

Al principio lógicamente me sentí inseguro, torpe, con muchas dudas, y con miedos a no hacerlo bien… de hecho lo expresé en alguna ocasión en nuestras clases. Conforme iba pasando el tiempo y me hacía consciente de que estaba ayudando a la gente, mi confianza fue en aumento. La sensación de dar con una pregunta poderosa que desmonta una creencia o un miedo es indescriptible, y ver como tus coachees cumplen sus objetivos y te lo agradecen de corazón reafirma tus sentimientos de que soy un buen Coach y te aporta una gran autoconfianza. Me queda mucho por aprender, casi todo, pero estoy convencido de que puedo ayudar a personas y equipos, y ese “feeling” me da mucha energía.

¿Habéis mejorado realizando las prácticas del Máster?

Sí totalmente. Cada vez había más seguridad y costaba menos encontrar el objetivo y el plan de acción. También creo que, gracias a la experiencia, hoy iniciaría un proceso de Coaching con mucha más seguridad e iría mucho más directo al objetivo, creo que sería diferente a como he llevado el proceso de prácticas.

Sí, yo he mejorado con cada práctica. Las prácticas son necesarias, son la mejor forma de forjar tu humildad, de verte inseguro, dejando al aire tu parte más vulnerable, todos tenemos miedos, todos tenemos un dolor, todos con amor, compasión y fe en uno mismo llega donde desea. Las prácticas proporcionan un amplio abanico de opciones, cada persona trae a tu consulta un tema diferente, una perspectiva distinta, eso ayuda al crecimiento del Coach en su formación, con cada sesión mejoras desde el corazón, más allá de la misma práctica y los pasos a seguir. Con cada sesión creces como persona, al buscar una opción que le pueda servir al cliente, tu corazón se abre, cuando aplicas el no juicio a esa persona en la sesión, es ella quien te enseña el verdadero valor que tiene la escucha compasiva, en ese momento es cuando ellos mismos se dejan de juzgar y avanzan en su camino, es empezar un hermoso camino acompañado y saber que tu única meta es aportar tanto a su vida como a la tuya.

Sí, en cada sesión y gracias al apoyo del diario de aprendizaje que me permitía reflexionar sobre lo que había hecho que debía corregir. Al principio hablaba mucho de mí, ponía ejemplos de mi vida y empecé a poner atención en esto. Buscaba metáforas para explicar las cosas y pude ver como al ser neutras las recibían mejor e incluso las recordaba al terminar el proceso. De igual forma me pasó con el sugerir, inducir soluciones en lugar de que el coachee llegara a sus propias soluciones y de voluntad propia. Aprendí a usar las preguntas de poder y me fascinaba ver cómo la persona sola se daba cuenta y salía de su zona de confort, superando esos límites que nuestras propias creencias nos marca.

Sí. Creo que no cabe duda. En ocasiones se dan situaciones que no sabes del todo como afrontarlas, pero si confías y fluyes, todo se despeja. Una vez terminadas las sesiones sientes la necesidad de encontrar más respuestas o afinar las herramientas para poder acompañar más y mejor. Además, se repiten muchas situaciones porque las necesidades de las personas, en el fondo con muy parecidas. Y cuantas más sesiones haces, y con más gente interactúas más se afinan los procesos y el ritmo llega a mejorar.

Con las prácticas comprendes todos los términos que has podido estudiar en el curso, escucha, rapport, calibrar, responsabilidad, objetivo, acciones, estrategia, rendir cuentas……te enfrentas a eso, te descubres en ello. Ves tus fortalezas y tus debilidades, transitas los distintos lugares, te empoderas, decaes, respiras, vuelves…. Enjuicias, te das cuenta, respiras, vuelves. Quieres resolver ¿un problema?, respiras, vuelves…. Escucha atenta, mirada, Presencia. Personalmente creo que un coach debe entrenarse. Debe estar en constante aprendizaje de múltiples herramientas. Transitar, comprender desde la experimentación para poder acompañar a otro desde el amor.

Indudablemente, la teoría es una cosa, pero enfrentarte a problemas familiares o laborales que son críticos para los coachees es una gran responsabilidad. Y solo se consigue mejorar con la actitud y la práctica, la experiencia, encontrar problemas e identificar vías de gestión, levantar el ánimo de una persona, hacerla consciente de sus propias barreras… Mis experiencias como Coach en prácticas han sido tremendamente productivas, tanto las prácticas internas como las externas. He conocido personas de todo tipo con los más variados objetivos o problemas a resolver… y todas esas personas han hecho que yo crezca como persona y como Coach.

¿Consideráis que es importante hacer prácticas? ¿Por qué?

Sí, es imprescindible. Para mí ha sido superimportante hacer las prácticas. Cuando estás estudiando, la teoría se va entendiendo fácilmente, su lógica, los ejemplos, etc. Simplemente desde la observación y estando atentos a lo exposición del ponente, todo se nos da hecho, no arriesgamos nada. En cambio, cuando nos ponernos en prácticas, pasamos de la teoría a la acción y dejamos de ser alumno “teórico-pasivo-presente” para asumir la responsabilidad de ser el Coach, convirtiéndonos en el primer responsable de la sesión. Con ello nos enfrentamos directamente a nuestras propias capacidades, cualidades y dificultades para poder acompañar al coachees y aquí comienzan las dificultades. De pronto, nos toca hacer algo a lo que no estamos acostumbrados: estar completamente presentes, desde la atención plena, escuchar activamente al cliente, observar su postura, si se abre, si se cierra, sus gestos, respuestas, sonidos, palabras, su pensar, su sentir, decidir qué herramientas utilizar, elegir las preguntas poderosas, arriesgar y proponer, para que el cliente conecte y encuentre sus propias respuestas del alma, no las neuróticas o sus mentiras inconscientes, y guiarlo a elegir su propio camino.

“No es lo mismo ver un espectáculo de patinaje artístico, que patinar tú”

Llevar a la práctica lo que en palabras has estudiado te permite integrar de forma vivencial con casos reales, probándote a ti misma tus propios recursos. Saliendo también de tu zona de confort, conectando con tu capacidad de acompañar al otro a salir también de la suya.

Siempre se ha dicho que para lograr el expertis idóneo hacen falta un número de horas. No recuerdo ahora mismo si son 10.000. Es evidente que cuanto más entrenas y más trabajes una materia, una profesión, más experiencia y pericia se adquiere. Como todo en la vida. Un deportista no llega a ser olímpico sin un trabajo de dedicación, repetición y constancia previo.

Creo que la parte práctica es la clave de esta formación y en ese sentido está muy bien orientada, tengo la sensación de haber practicado desde el día uno y en mi evolución valoro muchísimo el impacto de las prácticas tanto internas como externas.

¿Os ha resultado fácil encontrar Coachees?

Sí, a través de contactos de contactos surgieron muchos. Quise coger de primeras ocho personas, y dos más después. Y con estos dos últimos me he visto más segura, con más rapidez y claridad ante las reacciones que surgían.

Sí, al ser gratuito, aparecieron pronto varias personas hasta completar los diez-doce (unos de reserva por si alguien fallaba durante el proceso). Después me preguntaron algunos más, que, al ya tener suficiente, se los pasé a mis compañeros de estudios. Hice el anuncio a través de mi plataforma del Teatro Terapéutico, con lo cual, la mayoría de los Coachees que llegaban, ya venían más interesados en investigar ciertos aspectos, dificultades o inquietudes de sus vidas.

Pensaba que me iba a costar más. Pero realmente hay mucha gente que quiere ayuda. Y no cabe duda que la gratuidad ha ayudado bastante.

En mi caso no he tenido problemas… publiqué un post en LinkedIn indicando que ofrecía mis servicios de Coach en prácticas de forma gratuita y tuve muy buena respuesta, tanto en España como en Latinoamérica. De hecho, tuve que declinar algunas peticiones en Sudamérica por incompatibilidad de horarios. En definitiva, a mí no me resultó complicado. Hasta la fecha he podido trabajar con 24 coachees.

¿Qué obstáculos habéis tenido en este proceso en general?

Me he dado cuenta de que a veces, dependiendo del Coachee, soy demasiado comprensivo y empático con ellos y a veces, cuando el Coachee necesitaba seguir contándome algo respecto al tema presente, me costaba pararles y cortar la sesión puntualmente. Al principio me costaba definir bien los objetivos, pues la mayoría de los interesados venían más con actitud de trabajarse ciertos temas o problemas personales, donde yo les dejaba claro que no se trataba de una terapia, pero sí, de un proceso de crecimiento personal a través del Coaching. Con estos Coachees, la mayoría, y de cara a sus intereses, me enfoqué más en el Coaching personal y Consciente, que respondía más a sus necesidades.

Al inicio también había un miedo a que, por experiencia y condicionamiento profesional, tendía a irme más a la terapia. Con el inicio de los procesos y el “ANÁLISIS DE BASE Y MODELO GROW”, me di cuenta, de que no tenía que diferenciar, sino “hacer Coaching” y que lo mío era solo un miedo. Con esto cambió mi visión y mi actitud y algo más internamente ante el hacer

Personalmente tuve que trabajar muchísimo mis creencias. La falta de fe en mí misma llegó a un punto que o la rompía o ella me rompía a mí. Tenía miedo a que lo haría mal, porque pensaba que no sabía nada. Hasta un día que reconocí mi valía, recién ahí, fui capaz de darme cuenta que, en cierta manera, estaba desconfiando en la capacidad de las personas. Me di cuenta que cada experiencia en tu vida puede ayudar a otras a que su mal trago sea menos malo y que siempre hay una opción. Aprendí que una vez que tenemos una visión de nuestros recursos somos capaces de cuidarnos, confiar es creer que puedes y saber cómo hacerlo. Profesionalmente tuve miedos de los demás por el qué dirá la gente y sobre todo el no entender bien lo que es respeto, autoestima, amor propio y el perdón.

Uno de los obstáculos que he visto es que las personas tienen mucha necesidad de vomitar sus penas y les cuesta responsabilizarse de su vida. En algunos casos, no ha resultado sencillo sacarles del victimismo tan generalizado que hay en la sociedad. Incluso, en algún caso ha sido imposible porque no buscaban Coaching, buscaban un hombro donde regocijare de sus penas.

¿Qué obstáculos habéis superado en este proceso?

El principal es el miedo al propio proceso, a saber, si soy capaz de hacerlo bien, esa inseguridad por inexperiencia… pero este obstáculo lo he ido superando con actitud, con práctica, con la ayuda de los compañeros del Máster, a los cuales les ocurre lo mismo y nos hemos ido animando unos a otros… y como no, mediante el ejemplo, el aprendizaje y la experimentación de las clases con Irina.

Aparte de la lucha con mi tiempo a disposición, me he encontrado con algunas creencias limitantes, que he podido ir cambiando durante el proceso, sobre todo cuando los Coachees, sin haberme avisado previamente me cambiaban la  sesión, bien porque de pronto no podían, o porque les había surgido algo, o se les había olvidado.

También cuando hacía algún comentario u observación que no le gustaba a mi cliente o le costaba aceptarlo, me tocaba ir con mucho tacto y darle muchas vueltas a algunas preguntas, para que se diese cuenta de sus contradicciones. Pero era algo puntual y podía soltarlo rápidamente, pues tenía claro que era ella y su dificultad y podía mantenerme en la escucha. Desde el cariño les fui ganando a todos.

Personalmente los más relevantes para mí, mis creencias, mis juicios, sus creencias, y sus juicios.

Que te vean como un novato. Al explicarles mi trayectoria, los años de estudio del comportamiento humano, y los “golpes de efecto” de las herramientas aplicadas, la mirada del Coachee cambiaba completamente.

El miedo a ser demasiado dura. Saber medir la firmeza sin entrar en rigidez. Mostrar seguridad a la vez que amabilidad, sin ser blanda. Encontrar este equilibrio me preocupaba ya antes de empezar. Con las prácticas al tratar con diferentes personas me ha permitido regularlo, ir observándome y con la seguridad que la práctica en sí me iba dando poderlo alcanzar.

¿Qué obstáculos debéis todavía superar?

Personalmente el tema del tiempo, ajustarme y limitarme más a la hora de sesión, ya que todavía me cuesta un poquito cerrar. También ser algo menos complaciente.

Ser un poco más directiva, para poder generar ese plan de acción, retomar con más rapidez el hilo, es decir que no den tantas vueltas. Ser más estructurada y preparar con antelación la sesión.

Quizás terminar de recolocar la autoestima en la correcta de las tres principales. Y también, rematar el proceso “muy arriba”, creo que en ocasiones no lo he logrado del todo con algunos coachees.

Confiar más en mis propios recursos para abrirme al acompañamiento sin expectativas. Confiar en que la persona llegue hasta donde llegue estará bien en su proceso, en base a su nivel de conciencia. Y tener siempre presente que algo superior nos guía a los dos.

Hay algo que me cuesta especialmente, el enfrentarme a problemas familiares o personales graves… empatizo muy rápido y debo abstraerme para poder ayudar, algunas veces me bloqueo por el impacto de las experiencias que me cuentan, me pongo en su lugar y pienso “¡Menudo problemón! ¿Cómo le ayudo a salir de esta con lo que tiene encima? … esto es algo que debo seguir trabajando, porque soy consciente de que desde esa posición no les voy a poder ayudar… pero es cierto que tengo cierto miedo aún a no saber gestionar este tipo de problemas con eficiencia…