El dinero a menudo se confunde con la riqueza, pero hay gente rica sin dinero y pobre con él.

El dinero es una simple moneda de cambio altamente sobrevalorado que debemos aprender a manejar. Tener poco dinero es como tener poca energía en equilibrio porque tenemos un exceso de energía de escasez. Esto nos ocurre cuando nos enfocamos en las carencias, en lo que no podemos hacer, no nos dejan hacer, no valemos para hacer o no nos merecemos tener.

El dinero también ganado desde una energía del «yo merezco más», «yo valgo más» o «yo puedo más que los demás» es un dinero que va a ser gastado desde el desequilibrio y por lo tanto malgastado, en caprichos y cosas innecesarias, en operaciones y proyectos sin valor porque la persona que lo ganó no estaba alineada con la energía del amor.

La riqueza es la hija directa del AMOR INCONDICIONAL. Puede que tus amigos no tengan nada, no sean ricos, no tengan trabajo ni cosas materiales. Es posible que procedas de una familia pobre y que no haya heredado grandes fortunas. Pero si son ricos de amor, estarán siempre presentes y cuando los necesites, cuando estés triste y cuando estés alegre, cuando necesites una mano o compañía. Y eso no tiene precio.

La verdadera riqueza, a diferencia del dinero, es encontrar paz en el corazón propio, luz en el brillo de los ojos de un amigo, belleza en las flores del campo y en una tormenta nocturna, valor en una etapa difícil de tu vida, abundancia en el universo que nos rodea y amor en el que cree ser nuestro enemigo. Y eso es muy importante saberlo porque la paz interna no tiene precio, ni se puede pagar con dinero. El amor de un amigo es impagable, así como la flores del campo, la lecciones de la vida, la exuberancia y belleza de este planeta o encontrar el bien en el centro del mal. Todo ello es absolutamente extraordinario, y es imposible pagarlo con dinero.

Ojalá la humanidad se de cuenta pronto de que, lo que más vale, no tiene precio. Y a lo que podemos poner precio, no tiene tanto valor. La vida misma no tiene precio: nuestro tiempo, la comprensión de quienes somos en realidad, de cómo funciona esta vida en realidad… Aprender que todo nos ha sido prestado, incluso por segundos o instantes, ya que esto que llamamos VIDA, y que corre entre nuestras manos, es el mayor tesoro que podamos llegar a poseer.

A través de la vida, la energía del amor incondicional se manifiesta. Sin ella, podría existir, pero no manifestarse. Procuremos estar en el presente desde la gratitud, conectarnos con la abundancia de nuestro ser, y comprender que ya somos ricos de nacimiento.

Irina de la Flor
Directora de «Lo mejor de mí»
Fundación Vivo Sano

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